Hoy quiero responder a algunas de las preguntas que con más frecuencia nos plantean nuestros pacientes en la Clínica Dermatológica Ivalia Dermis sobre la hiperhidrosis y su tratamiento. Una patología que supone un exceso de sudoración y que afecta también a las relaciones sociales de quienes la padecen, por lo que conviene tratarse.
¿En qué consiste la hiperhidrosis?
Llamamos hiperhidrosis a la sudoración excesiva que impide la vida normal en los pacientes. Los dermatólogos recomiendan a las personas afectadas someterse a tratamiento cuando el problema comienza a afectar a su vida laboral y personal. La Clínica Dermatológica Ivalia Dermis posee un nuevo tratamiento láser para el exceso de sudor en las axilas que resuelve el problema hasta en un 97% de los casos.
¿En qué consiste el tratamiento láser?
Se trata de un láser indicado para la sudoración excesiva en las axilas. Es una técnica mínimamente invasiva y trata con calor la zona afectada, reduciendo el número de glándulas del sudor. El láser se introduce con una pequeña incisión y es bastante efectiva. En 45 minutos se resuelve el problema. Tras la operación, el 80 % de los pacientes ven una disminución del sudor en los 2 ó 3 días posteriores. Al medir el sudor de los pacientes hemos constatado que éste disminuye en un 97% de los casos en los tres primeros meses.
¿Existen varios tipos de hiperhidrosis?
Existen dos tipos de hiperhidrosis. La primaria, que no tiene ninguna causa conocida y es la más frecuente, y la secundaria. Esta última es la que debemos descartar, ya que puede tener un origen farmacológico, infeccioso o endocrino, entre otros. La hiperhidrosis se grada en 4 “escalones”. Los 3 y 4 son los que afectan a la vida personal y laboral.
¿Es frecuente?
Se trata de una enfermedad relativamente frecuente, que afecta al 3% de la población. El sudor es algo normal que ayuda a regular la temperatura corporal y a eliminar toxinas pero este sudor se vuelve un problema cuando se incrementa y se hace constante. Las manos, axilas y espalda son las zonas más propensas a experimentar este exceso de sudor. En algunos casos el paciente puede perder su empleo, sobre todo si se trata de un puesto de atención al público.
¿Hay otros tratamientos?
El tratamiento de la hipersudoración debe ser escalonado. En primer lugar debemos acudir al más sencillo, en este caso hablamos de agentes tópicos. El uso de cremas puede favorecer al disminución del conducto desde el que se secreta el sudor. En caso de que este método no sea suficiente podemos usar la iontoforesis. Se trata de una técnica por la que se aplica una corriente eléctrica a través de un medio líquido que hace que disminuya el calibre del conducto excretor para disminuir la cantidad de sudor que sale al exterior. Este método ofrece buenos resultados y tan solo hay que hacer un desembolso inicial para comprar el aparato que se usa en el domicilio. Todos debes ser bajo prescripción médica.
¿Hay otros más “radicales”?
Otro de los tratamientos es el farmacológico. El médico receta unas pastillas que actúan a través del sistema nervioso. Se secreta menos sudor al disminuir los impulsos nerviosos que lo provocan. Este sistema exige mantener una constante revisión, dado que afecta también a otros órganos y ocasiona, entre otras consecuencias, retención urinaria. Otras técnicas son la quirúrgica y el bótox. La primera de ellas consiste en quemar un ganglio que lleva fibras nerviosas a las glándulas sudoríparas en palmas y axilas. Esta técnica suele traer consigo una complicación importante, la hipersudoración refleja. El paciente deja de sudar por la zona afectada, pero los impulsos se derivan a otras zonas del cuerpo, ocasionando sudoración excesiva en estos otros lugares. En la segunda técnica, la aplicación de bótox logra disminuir la producción de sudor, aunque tienen como hándicap que se tiene que repetir el tratamiento cada 6 meses y no es económico.
¿Por qué aumenta en verano la demanda?
Por supuesto el problema de la hiperhidrosis se agudiza en verano por razones obvias. También contamos con más tiempo libre para poder acudir al dermatólogo. Lo cierto es que debemos decir que la intervención no imposibilita nuestra vida normal, por lo que quién tenga este problema puede acudir a la consulta y le explicaremos que no tiene porqué renunciar a la playa por este tratamiento.
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